San
Antonio Arrazola es un pueblo tranquilo perteneciente al municipio de Santa
Cruz Xoxocotlán, y se ubica al centro de la exuberante geografía de Oaxaca.
Aquí, un túnel natural creado por bambúes y terracería permite transitar entre
el mundo real y el fantástico, conduciendo al hogar de miles de alebrijes que,
siempre extravagantes y distintos, parecen lanzar el reto de encontrar alguno
idéntico a ellos entre la multitud de piezas exhibidas.
El
taller de la familia Ramírez es uno de los más visitados en la comunidad, y ha
cobrado prestigio internacional por colaborar con algunas firmas de fama
global, como Huawei y Pineda Covalín; carta de presentación que anticipa la
vista de piezas dotadas de un carisma que sólo puede emanar de manos mexicanas.
Manos como las de Pablo Franco, quien luce absorto en la talla de una figura
animal inspirada en un xoloitzcuintle, esa raza canina de gran valor histórico
que posee una belleza particular. Tal como los alebrijes.

En
San Bartolo Coyotepec y San Antonio Arrazola, Oaxaca, la gran mayoría de la
población se dedica a la artesanía.
Mientras
talla las patas de su obra, Pablo menciona que la primera parte en la creación
de un alebrije involucra el tallado del copal; después sigue un periodo de
secado y el recubrimiento de las vetas nacientes con pegamento industrial. La
mirada del experto sólo se desprende de la pieza entre parpadeos.
El
artesano cuenta que en el taller todos participan en distintas etapas del
proceso; desde el tallado, que se realiza a partir de trozos de copal, hasta el
pintado, que supone un grado máximo de atención al detalle que llega a rayar en
lo obsesivo, poniendo a prueba en todo momento y en sentido literal, el pulso
artesano del pintor a cargo.
Los
nahuales fueron las primeras tallas de madera que se realizaron en Oaxaca.
Todas compartían el mismo principio: cuerpo de animal y cabeza de ser humano.
Desde entonces, uno de los secretos para crear piezas de calidad es utilizar
madera fresca que permita obtener buenas tallas, evitando quiebres posteriores.
Es un trabajo arduo que representa a mi pueblo. Cada casa adquiere un estilo
propio, todos hacemos trabajos distintos, afirma Pablo.

Fuente
digitográfica:
Campos,
T. (octubre 13 del 2018) alebrijes: figuras oníricas desde el corazón de
Oaxaca, México. México: xataka. Obtenido de: https://www.xataka.com.mx/especiales/alebrijes-figuras-oniricas-corazon-oaxaca-mexico
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